viernes, agosto 29, 2008

Reseña de película: Grizzly Man



Esta reseña (un poquito vieja) sale a colación ahora que Animal Planet ha estrenado una serie de ocho episodios llamada The Grizzly Man Diaries, que documenta los últimos años de Timothy Treadwell. Ojalá pronto la traigan al canal en español; si el tema les interesa, sin embargo, les recomiendo ver primero esta película.

Grizzly Man (2005)

Director: Werner Herzog

Intérpretes: Werner Herzog, Jewel Palovak, Carol Dexter, Val Dexter, Sam Egli, Franc G. Fallico, Willy Fulton, Larry Van Daele, Timothy Treadwell.

Lo bueno: Es uno de los documentales más hermosos sobre la “vida salvaje”, pero curiosamente lo pone a pensar a uno sobre la humanidad.

Lo malo: Tener alguna razón para no verlo.


Calificación: *****


Leí sobre el caso de Timothy Treadwell en una revista Reader’s Digest, hace unos cuatro o cinco años. A Treadwell, un surfista de California, se le metió en la cabeza que tenía que ir a Alaska a proteger a los osos pardos (a los que siempre se refirió como Grizzly) que vivían en la Reserva Nacional de Katmai. Cada verano, durante trece años, Treadwell acampó muy cerca de los osos e hizo amistad con ellos (eso decía) y con varios zorritos de la localidad. Junto con su novia Jewel Palovak escribió un libro, fundó una organización, armó programas de concientización para niños y apareció en la tele para hablar de su causa. Sus queridos osos eran, de cuando en cuando, víctimas de cazadores furtivos, y el daño causado era mucho mayor a sus ojos.

Ahora, lo malo es que Treadwell hizo cosas que ningún naturalista experto hubiera considerado siquera: se acercaba a los osos hasta tocarlos y acariciarlos, invadía sus terrenos de caza, intentaba que lo vieran como un igual… Y así un día tuvo que pagar el precio: uno de sus osos lo atacó y devoró, junto con su entonces pareja, Amie Huguenard.

El asunto causó un escándalo inmediato, y más todavía cuando al regresar al destrozado campamento de Treadwell, unos cazadores nerviosos le dispararon a un macho adulto, probablemente el culpable, y también a un oso joven que no tenía nada que ver y estaba husmeando el sitio del ataque. ¿Pero qué demonios estaría pensando ese loco, que no sólo se había acabado matando sino que también se había llevado de corbata a otra persona y a dos de sus osos? Por un lado, lo pusieron como héroe ecologista (¿?); por el otro, como un ignorante que se había cavado su propio agujero al meterse en un terreno que no le correspondía. Yo me fui con el segundo, y cuando supe que iban a hacer un documental sobre el caso, lo que esperaba era ver al imbécil despedazado (no literalmente, claro).

Con lo que no contaba era que el realizador del documental no era sino el cineasta alemán Werner Herzog.

A Herzog lo conocí como favorito de mucho intelectualoide y también por las películas que hizo con Klaus Kinski, su actor preferido (me encantó su versión nueva de Nosferatu). Ni idea de que hiciera documentales. Más extraño, todavía, fue que Treadwell hubiera llamado su atención; lo hubiera entendido de haber estado enterada de que Herzog no tiene nada en común con los pomposos a quienes oía hablar de él. De todas formas, y esperándome cualquier otra cosa, vi Grizzly Man… y entonces sentí mucha vergüenza de mí misma. No creía que Herzog pudiera ser tan bueno. “Bueno” de bondad, quiero decir. Ok, la gente buena por lo general también hace muy bien su trabajo, pero eso es otra cosa.

Con un acento alemán muy, muy suave, Herzog narra la historia de Treadwell en inglés, y aunque deja muy en claro que está completamente en desacuerdo con las acciones de este activista, en ningún, ningún momento emite voces de juicio.

Treadwell era cocainómano con pensamientos suicidas; no funcionaba en los trabajos y no se llevaba con la gente. Fue su pasión por los osos lo que le salvó la vida (si bien por unos años; irónico). Con una camarita de mano filmó más de cien horas de sus experiencias; Herzog hace notar que como documentalista tenía talento (algunas de sus tomas de veras no las hubiera podido conseguir de no haber estado prácticamente encima de los animales, pero en fin). Su entusiasmo resulta perturbador en varias ocasiones, por ejemplo cuando, en la soledad de su tienda, le exige a Dios que haga llover porque sus osos están tan hambrientos que una mamá se está comiendo a sus cachorros, o cuando hunde las manos en excremento de oso y dice lo bien que se siente.

Junto con trozos selectos de sus filmaciones, Herzog incluye entrevistas con su familia, con personas que lo conocieron bien, como Jewel Palovak; con expertos ambientalistas que opinaban que al muchacho le faltaban más de dos tornillos, etc. Los puntos de vista más diversos quedan bien cubiertos.

¿Y todo esto para qué? Bueno, el fin de todo esto no es sino echar una luz sobre la gran interrogante que plantea la película: por qué un humano, Timothy Treadwell, decidió renegar de su propia especie y buscar compañía y consuelo en seres que sentía mucho más afines a él. Nunca antes ocurrió que los osos del parque Katmai le hicieran daño a los humanos, pero es más o menos frecuente que un macho ataque a otro por cuestiones territoriales. Tal vez Treadwell cumplió su sueño de convertirse en oso. Ya sea que compartamos o no su visión del mundo (yo sinceramente espero que no), su vida no deja de ser motivo de reflexión.

Para ver el trailer de la película, hagan click aquí.

Recomendaciones: Para fans del Discovery o el Animal Planet, para amantes en general de los animales y la naturaleza; para quienes deseen hacerse preguntas sobre la condición humana.

Abstenerse: Menores de quince años, por favor. Ni se acerquen, lo mismo, si son muy sensibles, porque la película es muy fuerte (no necesariamente en el sentido gráfico).

4 comentarios:

Fëaluin dijo...

Yo no lo he visto, pero he visto varios documentales sobre Treadwell en Discovery Channel, creo que algunos a raíz de la muerte del otro gran demente de la divulgación naturalista extrema, Steve Irwin.

Incluso creo que alguno de ellos era una especie de "cómo se hizo" del documental de Herzog porque lo mencionaba bastante.

En fin... hay gente dañada irreparablemente y hay daños que ponen en riesgo la vida. Pienso que Timothy Treadwell era de esos. Lástima lo que le pasó y peor aún a los que se llevó de corbata...

Volviendo al documental de Herzog, si tengo oportunidad, lo veré.

Kitsune dijo...

La verdad es que desde su muerte se han sucitado un sin fin de dudas acerca del papel del ser humano en medio del mundo animal.
El documental es fácil de conseguir?

Anónimo dijo...

holis colega gamer-catlover-gemini!! jajajaja gracias por vistar Odanguito's Playground! jejeje eesa reseña se me hizo interesante, tratare de verla, por lo pronto te dire que me guta el diseño de tu bló y que espero nos sigamos leyendo... cuidate mucho!! SAYOOP!

atte ODANGUITO!

Aisling dijo...

Fëaluin: Me hubiera encantado ver ese "cómo se filmó". Si no por Treadwell, porque Herzog es una gran persona, y el loquito este debié agradecer su atención. Ojalá que pasen la serie que menciono, y con ella todo el material extra que tengan.

Kit: Sips, el documental es muy fácil de conseguir; se puede rentar en cualquier videoclub y lo he visto en tiendas Mix Up a 69 pesos, por si quieres tenerlo, que vale la pena.

Odanguito: Gracias a ti por visitarme. Ahorita apenas estoy reintegrándome un poco al internet y eso, pero estaré apareciéndome con frecuencia por tu blog. Espero que no te importe si te añado entre mis links.

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