Gracias a Hellnike por otra estupenda ilustración. =>
Ya desde hace varias Ferias del Libro me había dado cuenta de la necesidad de una especie de Manual de Carreño para los escritores, novelistas, ensayistas, cuentistas y poetas, locales y visitantes. Si el objetivo del libro mencionado es, como debe de ser, fomentar la convivencia y buen trato entre cada uno de los individuos que componen la humanidad, entonces uno adaptado a esa categoría que a veces se siente como de otro planeta se vuelve no sólo necesario, sino hasta urgente.
No sé si llegue alguna vez a componer ese folleto, pero por lo pronto, aquí está mi aportación: algunos consejos y tips que por experiencias propias y ajenas he aprendido a lo largo de bastantes años y que estoy segura que serán de utilidad. Aunque sea para endilgárselos a alguien más.
No sé si llegue alguna vez a componer ese folleto, pero por lo pronto, aquí está mi aportación: algunos consejos y tips que por experiencias propias y ajenas he aprendido a lo largo de bastantes años y que estoy segura que serán de utilidad. Aunque sea para endilgárselos a alguien más.
Manual de urbanidad y buenas maneras para uso de los escritores de todos los sexos habidos y por inventar en el cual se encuentran las principales reglas de civilidad y etiqueta que deben observarse en las diversas situaciones sociales relacionadas con el oficio.
- Recuerda que te debes a tus lectores; no puedes darte el lujo de ser sangrón, petulante o mamila con ellos.
- Sé cortés. Saluda a todos, habla con todos, cede tu asiento, deja pasar a los mayores y a los chicos.
- No niegues una firma a quien te la pida, ni un momento de conversación a quien se muere por hablar contigo.
- Habla claro para que todos puedan entenderte; no seas pedante.
- Expresa tus opiniones propias con seguridad y firmeza, y también con la humildad del que se sabe falible (todos lo somos).
- Si te están interpretando, habla despacio y haz pausas.
- Si eres hombre, no te vayas a los besitos y los arrumacos con tus lectoras; si eres mujer, nada de andar pellizcando a tus lectores. Compórtate.
- Báñate. Rasúrate, Depílate. Aséate. Usa ropa limpia. Convierte tu mínimo de higiene en máximo cuando vayas a estrechar la mano de tus lectores.
- Come lo que te ofrezcan, bebe lo tengan para darte. Y agradécelo.
- Las poses de diva nos quedan mal a todos, pero ten en mente que si uno está feo/gordo/flacucho/pelón/peludo/babeante, el efecto es todavía peor.
- Ni se te ocurra aparecerte en público borracho o drogado; si tienes vicios, no los hagas parte de tu “show”.
- Procura deshacerte de tu novia/esposa mamona o de tu novio/esposo metiche cuando menos con quince días de anticipación a cualquier evento; si no encuentras dónde dejarlo(a) o haces el drama de no poder vivir sin él/ella, a ver si aprendes de una buena vez a ponerlo(a) en su lugar.
- No escondas tu ejemplar de Fruits Basket bajo un libro de Umberto Eco; siéntete orgulloso de lo que lees y presúmelo.
- No hagas proselitismo político; ese trabajo no te corresponde. Si necesitas expresar tu ideología, hazlo como mejor sabes: por escrito.
- No te tomes demasiado en serio. Ríete de todo lo que puedas, pero, antes que nada, de ti mismo.
- Respeta al conserje que barre los pisos y limpia los baños, al cocinero que prepara tu comida, al albañil que construye las casas; su trabajo es muchísimo más importante que el tuyo.
- Hazte a la idea de que no todo el mundo te conoce, ni a todo el mundo le agrada tu trabajo. Te evitará malos ratos.
- Paga tus impuestos. Si no te los cobran, ofrécelos espontáneamente. Con más razón si estás podrido en lana.