sábado, julio 03, 2010

Gatos



Como verán, acabo de cambiar el encabezado del blog. El nuevo (¿a que está precioso?) fue mi regalo de cumpleaños por parte de Hellnike (la caricatura del anterior también es suya). Esperé hasta hoy para subirlo porque quería acompañarlo con una entrada... y con un propósito de no tener tan abandonado este sitio. Sí, he estado con el ánimo bajón, pero el alejarme de la blogósfera no ayuda mucho. Además, me está poniendo algo nerviosa ver que algunos de mis blogs preferidos han estado poco activos, o incluso en peligro de desaparecer. No, no pienso cerrar el mío; al menos no todavía. Y pienso sacar algo de disciplina hasta de donde no hay. En fin... con un poco de suerte, volveré a las andadas, e intentaré arrancar de aquí. En mi encabezado nuevo pueden ver que la casa de ustedes se ha vuelto un hogar de gatos (la figura en el fondo, en la casita, es el Capitán). ¡Qué remedio! Siete gatitos que tienen ya años con nosotros. Y si recuerdan que el año pasado recogimos a una gatita embarazada y a otros dos... bueno, digamos que hubo tres más de los que no nos pudimos deshacer. O no quisimos. Como sea. Diez gatitos en la casa de ustedes. Los pormenores ya los platicaré más adelante. Por lo pronto, quisiera que habláramos de otro asunto, también sobre gatos, y no tan agradable. El pasado 19 de junio falleció el escritor mexicano Carlos Monsiváis. No era uno de mis favoritos; nunca fui muy seguidora de sus libros aunque me divertían sus artículos en periódicos; estuve más que de acuerdo con que los de su calaña pagaran impuestos como todo el mundo; me burlaba de su discurso, como lo hago de casi todos los intelectuales con pretensiones izquierditas (sic) que apoyan movimientos populares “desde un mantel importado y un vino añejado”. En lo que coincidíamos ciento por ciento era en el afecto a los gatos. El señor, como una servidora, los tenía a montones, recogidos de la calle o salvados de algún destino incierto. Y lo suyo era auténtico amor. Pues bueno; apenas se acababa de anunciar el fallecimiento del escritor, cuando comenzaron a correr rumores que culpaban a los gatos de la enfermedad que acabó con él (fibrosis pulmonar). El primero que vi fue en una página de gobierno que me mostró el Capitán; no volví a dar con ella pero al autor se le hizo muy poético salir con “su amor por los gatos que posiblemente agravó su enfermedad” o alguna sangronada semejante. No fue el único. Como si estuviéramos en la Edad Media, pero con formas más sofisticadas de comunicación, la estupidez humana adquiere alas. Uno tras otro, varios medios (no sólo el internet) repitieron la idea sin ponerse siquiera a investigar al respecto. Hacia el atardecer del mismo día mi mamá me llamó, preocupadísima por lo que había estado oyendo. Se dice que los familiares de Monsiváis ya la han tomado con los pobres gatos y ordenado que los sacrifiquen; espero por bien de su alma inmortal que no sea así. Si Monsi (como se referían a él los amigos) hubiera sabido lo que le esperaba a sus fieles mininos, se la hubiera pensado antes de morirse. Dos, tres veces. Una asociación amiga del escritor, Gatos Olvidados, ha estado presionando a la familia para que suelte tanto la verdad como a los gatos mismos. En su página de internet actualizan la información, y han hecho también una petición en línea (en el momento en el que escribo esto, han recaudado casi setecientas firmas). En la vida real los gatos nos protegen de las ratas (que sí transmiten enfermedades), pero en los medios son los villanos y llevan las de perder. La gente hoy se alimenta más de medios que de vida real. Pero no importa. Aun si el mundo se vuelve territorio de ratas, una servidora siempre estará del lado de los gatos. Otros posts sobre gatos aquí:

5 comentarios:

Dark Soulless dijo...

Pues que bonito dibujo tiene ahora su blog señorita Laura :)

Creo que decir que el señor Monsi murió por que gustaba de salvar criaturas inocentes es muy amarillista.

No tengo mucho que decir, pero me gustaría agregar que me agrada verla de vuelta en las andadas y que espero verla más seguido por aquí :)

Un abrazo con afecto :)

Kitsune dijo...

Me enamoré del dibujo de tus gatitos en cuanto lo vi en DA, tu Pante se parece mucho a mi Shadow
:)

Estuve leyendo en otro blog todos estos problemas acerca del paradero de los gatitos de Monsiváis, ojalá estén bien. Lo bueno que sale de todo esto es que hay personas quienes se están interesando y dando cuenta de que hay muchas formas de ayudar a los animalitos.

Chiisa Yanagi dijo...

Mininos mininos!!! *_______*
Me encantan!!!!
Mujer no cierres tu blog!!! :3
Yo he visto de alguno con más de 1 año sin actualizar y tienen pensado seguir o ya han seguido.
Lo bueno de un blog es que no es una tienda física, que tienes que estar presente diariamente, jaja.

Por cierto, yo tenia una gatita (2 años antes un gatito, pero murió por caer de un 5o piso T_T) y esta gatita mía también murió por ponerse enferma. No parece que tenga mucha suerte con los animalicos T_____T.
Pero reconozco que el tiempo que estuvieron conmigo, aun con las malas (me llevaba muchos arañazos a veces xD) pero me hacían sentir muy bien y me reía con ellos. =D
Aunque arañen, puedan estropear muebles, llenar de pelos la ropa... son una buena compañía. >o<

Anónimo dijo...

Me parece rídiculo creer que un gatito puede matarte. Si la gente supiera que acariciar un gato por unos cuantos minutos es una buena forma de descargarte de tanta energía negativa que anda allá afuera.
Pues entonces me declaro: amante de los gatos y no temo morir de alguna enfermedad "gatuna"

Por cierto, saludos de parte de Paris y Timo!

yani dijo...

hoy dia se ha creado mas consciencia sobre la proteccion de animales, es triste saber que durante mucho tiempo fueron maltratados y nadie hacia nada poe ellos, los animales son puro amor para los humanos

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La casa de Aisling by Laura Michel is licensed under a Creative Commons Atribución-No Comercial-Sin Derivadas 2.5 México License.