Dusty y Patches, después de la pesadilla

Hace algunos días les platicaba de un caso sonadísimo en internet: el de un gatito llamado Dusty y otro, de manchas, que, después se reveló, tenía por nombre Patches. Ambos animales aparecieron en youtube en videos donde los torturaban sus dueños, dos críos estúpidos de Lawton, Oklahoma, y el asunto prendió fuego a la red.

Días después, Carlos Morán hizo el favor de informarnos de otro caso de maltrato, más horrendo todavía, que se llevó a cabo bajo las mismas narices de los mexicanos, en Jaltenco, Estado de México. Ojalá que aquí no falle la justicia, porque el karma de quienes cometieron estas acciones (y también a quienes hayan sido autores intelectuales del hecho) va a estar tan horrendo que no quisiera estar de pie a menos de medio kilómetro donde se encontraran. Creo que a ellos tampoco les gustaría estar a menos distancia de mí, porque lo que le hicieron a esos animalitos sería una caricia comparado con lo que yo les haría a ellos...

Pero bueno... no quiero dejar pasar eso, pero también quisiera compartirles algo lindo que salió en las noticias hace unos días. Como pasará alguno tiempo antes de que pueda sentarme a responder sus comentarios (pero gracias, muchas gracias por visitarme; paciencia que aquí seguimos) y poner algún buen post en forma, les dejo un video, que sí me atrevo a poner aquí, con los gatitos en el hospital veterinario, después de su espantosa experiencia.

Las personas que aparecen en el video con Dusty y Patches son la doctora Luisa Parra Cruz, que los atendió, el reportero Robert Richardson, que cubrió el caso y recibió llamadas y mensajes de denuncia por internet, y el alguacil Ken Stradley, que rescató a los mininos.

La música del video me cautivó, supongo que como es natural, pero lo que no me canso de ver es las expresiones de Dusty y su amiguito. Para recuperar, aunque sea un poco, la fe en las personas.