domingo, octubre 05, 2008

Edward, the apple (of my eye)


Oh, la imagen tan socorrida en los libros setenteros de las primarias... Una maestra mortalmente seria, detrás de unos lentes y un escritorio, sentada con una amenazadora regla a la derecha y con una manzana (obsequio sin duda de alguno de sus alumnos) a la izquierda. La verdad es que jamás me tocó ver tal escena en la realidad. En mi escuela (pública), cualquier obsequio al profesor se contemplaba (por el lado de los condiscípulos) con extrema sospecha.

Nunca consideré en convertirme en maestra sino hasta el momento que me tocó pararme frente a un grupo; cuando lo hice, lo menos que tenía en la cabeza eran manzanas. Pero mis alumnos a lo largo del tiempo me han llenado de obsequios de lo más entrañable: desde chocolates, que me encantan, hasta algún souvenir temático como pleno reconocimiento (y, espero, respeto) a mi condición geek. Ah, aquel alumnito que tuve en uno de mis primeros empleos como profesora de tercer grado, que estaba tan emocionado porque su maestra jugaba videojuegos y que en la Navidad me regaló un preciado Caballero del Zodiaco...

Bueno; el jueves antepasado, una alumna de un grupo favorito, Annwyn, me llevó una manzana... por así decirlo: este dibujo que ustedes tienen aquí arriba. Por favor hagan click en la imagen para verla completa.

¡Y qué manzana! Sólo porque había que seguir con la clase fue que no me quedé más que un minuto contemplándolo, fascinada. Me encantó sobre todo el suave difuminado a lápiz, que no estoy segura de que mi scanner haya captado del todo bien. Annwyn me comentó (y eso es algo que he oído antes) que difuminar con los dedos indica que uno no sabe dibujar; como sea, es un efecto que me gusta muchísimo. Lo que más me tocó el corazón fue que se trata de uno de mis personajes preferidos: Edward Elric, el protagonista de Fullmetal Alchemist.

Conocí Fullmetal Alchemist como serie de anime por recomendación de mi prácticamente hermano Anubis; he de confesar que entre su insistencia y el primer capítulo que vi de hecho pasaron casi dos años. Después, me convertí en fan irredenta de la serie, y empecé también a leer el manga en el que está basada y las novelas "light" que de ahí surgieron; pasé por los dos videojuegos de Fullmetal Alchemist de Playstation 2 y uno de los de Nintendo DS que se tradujeron al inglés; a mi colección de chucherías añadí varios gashapon y figuritas de acción alusivos y a mi biblioteca libros de ilustraciones de la autora del manga, Hiromu Arakawa; más adelante le puse su nombre a una vaquita de peluche que G. me compró de aniversario (Ara-COW-a).

Oh, sí; Anubis había creado un monstruo. No es la primera vez; igual lo hizo cuando allá por 1996 me presentó la serie de Suikoden.

Así que muchas buenas razones tuve para que este hermoso dibujo me alegrara el jueves y la mayor parte del fin de semana que siguió. La mayor fue, sin duda, que Annwyn le hubiera dado al clavo a mi manzana favorita, con una puntería que ni Guillermo Tell con mira telescópica hubiera logrado.

Nota: La expresión “the apple of one’s eyes” se refiere a algo a lo que uno le tenga especial cariño; en inglés se le atribuye a Alfredo el Grande (!). Se puede traducir como “la niña de mis ojos”.

6 comentarios:

Farándula dijo...

Je, je, yo también me vi el anime por recomendación de un amigo y desde entonces no paro de aconsejarlo. Lo vi en japonés subtitulado y acabé llamando oniisan a todo el mundo y pregonando las bondades del intercambio equivalente. Ahora estoy comprando el manga en español de Norma Editorial.

Suena La Palabra dijo...

Vaya que hermosa historia. De verdad que el caiño de los alumnos se gana. Me hubiera gustado contar con una mestra que también le gustaran los videojuegos o las caricaturas, cosas de ese tipo. Definitivamente mi carácter sería más alivianado y menos mal humorado, por eso creo creo que donde me descompuse fue en la escuela :D.

Anónimo dijo...

awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww!!! que cosa! es un buen dibujo y sobre todo buen detalle
Oye me parecio buenisima onda eso de tener una profa que le gustara Saint Seiya, ya hubiera querido yo tener una que le gustara Sailor Moon o ya de menos el ATARI jejeje
Conservas aun el caballero?
cuidate, me encanta leerte... te puedo agregar a mi blogroll?

Anónimo dijo...

Gran anime. Buen dibujo de tu alumno! Ojalá alguno de mis alumnos me regale algo así a final de semestre. Yo descubrí FMA por mi hermano y luego no hubo manera de parar. Acabo de adquirir todos los CD's de soundtracks y hace un par de meses disfruté Conqueror of Shambala que me pareció un lindo cierre. He querido jugar los videojuegos pero no he podido hacerme de ellos.
Un beso desde acá,
D

Anónimo dijo...

perdón... tu alumna. El teclado y sus luchas de género extrañas y esquizofrénicas.
D

Aisling dijo...

Fará: ¡Qué suerte que en España hayan publicado el manga! Aquí hemos visto la serie en televisión de paga, pero el manga solamente se consigue en inglés. Ya llevo 15 volúmenes comprados y leídos, así que dudo que volviera a conseguirlo si lo trajeran en español... sólo porque la vida se está poniendo cada vez más cara.
Hay algo curioso con el intercambio equivalente: en uno de los videojuegos y en una de las novelas lo que hacen es precisamente cuestionarlo. ¡Y de qué manera!

Thor: Je, je, je... era muy poco ortodoxo que la maestra se sentara delante de un super NES con los alumnos y no estoy segura de que mis jefes vieran bien esto... Lo bueno es que lo más que conseguí con ello es que pensaran que yo era estudiante de informática (?).

Odanguito: Sí, el dibujo está precioso, ¿verdad? Ah, y hablando de... por ahí tengo todavía un montón de dibujitos que mis alumnos de tercer grado me hacían de todos los personajes de Saint Seiya. No eran tan bonitos como éste, pero se me hacían super tiernos.
Sips, todavía tengo mi caballero de Scylla (creo que era ése) con la MAYOR parte de su armadura de metal. No me lo dieron en cajita ni nada por el estilo, pero fue un regalo inapreciable... mi alumnito me estaba entregando una parte de su hermosa colección.
Ah, y si me incluyes en tu blogroll sería un honor... ahora que me la pienso... ¡yo no te pedí permiso para ponerte en el mío...! Bueno, espero que no te moleste. :>

Carlos: Mira, casualidad... descubrimos la serie casi de la misma forma. Y es cierto... se me olvidó mencionar la película. Como buena viciosa, la compré tan pronto como salió. Ah, uno de éstos días haré una reseña. No te apures por el teclado... el mío también me hace jugarretas.

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