viernes, septiembre 26, 2008

Reseña de libro: Beowulf (versión de Welwyn Wilton Katz)

En plan de brillante scop (bardo anglosajón; y se pronunca "shop", estimado señor Hopkins),
la autora presenta su libro en una biblioteca pública de Ontario.



Beowulf
Welwyn Wilton Katz
Artes de México
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes

Lo bueno: Que Artes de México decidiera sacar esta estupenda versión a precio accesible.

Lo malo: Ver a Neil Gaiman derrotado, de los pies a la cabeza, por una escritora de cuentos infantiles.

Calificación: * * * * *

Si bien una película como Beowulf de Robert Zemeckis lo puede hacer pensar a uno que la mejor adaptación de una obra clásica es la que no se hace, gracias a Dios existen casos como el de este librito para niños que bastan para quitarle a uno el mal sabor de boca. La escritora canadiense Welwyn Wilton Katz, en lugar de limitarse a recrear, una vez más, la épica anglosajona, le imprime una visión personal sin andar entrometiéndose con su espíritu original. Eso debieron haber hecho en la película, pero ya ven...

Bueno, centrémonos en el libro. La historia del héroe Beowulf, de cómo se enfrentó al monstruo Grendel y la madre de éste, y, muchos años después, a un dragón, se relata desde el punto de vista de un jovencísimo (como debe ser) Wiglaf y de su abuelo, uno de los trece guerreros que acompañaran al héroe en su primera hazaña. La autora propone que los geatas (la tribu de Beowulf) tienen un don: el de Beowulf es fuerza sobrehumana, y el de Wiglaf tener visiones de tiempos pasados y futuros; así es que la primera parte de la épica se nos narra a manera de colorido flashback con comentarios del nieto y el abuelo; por mí, muy adecuado. No estoy en contra de que las obras antiguas se “modernicen” para gustos más contemporáneos siempre y cuando se respete el espíritu básico de la obra (así sucede, de hecho, con otra excelente recreación, Los hechos del rey Arturo de John Steinbeck). Un momento de ésos, muy lindo, ocurre cuando Wiglaf responde a los kenning (metáforas compuestas, típicas de la poesía anglosajona) de su abuelo con una tierna burla.

- Buscó trece: a los guerreros más incisivos y los más obstinados caminantes de las olas para cruzar el camino de la ballena hasta el reino de Grendel, a dos días de distancia rumbo al sur.

- Abuelo - dijo Wiglaf -, el relato mejoraría si hubiese menos caminantes de las olas y menos caminos de las ballenas.

Nota: “Caminantes de las olas” = barcos. “Camino de la ballena” = el mar.


La segunda parte del libro, como la de la épica, narra el encuentro de un Beowulf ya anciano, pero aún lo suficientemente fuerte y bondadoso como para ganarse la admiración y el cariño de Wiglaf, con el dragón que causa estragos a su pueblo.

Como primer acercamiento a Beowulf, la versión de Wilton Katz es inmejorable; como otro vistazo para quienes están familiarizados con la obra, resulta todavía un deleite bárbaro. La edición, además, es preciosa, bellamente ilustrada por Laszlo Gal, y viene en versión de tapa dura o, mucho más económica, rústica.

Lo único que me desconcertó un poquito fue la traducción de los nombres de lugares y personajes; pero ésta, se especifica en el libro, se tomó de la edición de Seix Barral de Luis Lerate, que hace algunos meses me mencionó mi amiga Kitsune; ésa es la única traducción al español del anglosajón que existe, nos explican, y quienes quieran profundizar en la obra no se confundirán a la hora de ver los nombres propios. Me pregunto qué tan inencontrable será.

Como sea, este libro resulta una pieza que vale la pena añadir a la biblioteca, tenga uno niños (como excusa) o no, y una lectura muy agradable.

Recomendaciones: Para hijos de papás que no sean demasiado gazmoños, porque, a diferencia de otras versiones resumidas disponibles, en ésta no están censuradas la sangre, las mutilaciones y decapitaciones. Para jóvenes y adultos que quieran conocer la historia de Beowulf y para fans curtidos de la obra. Quienes disfrutaron la porquería de película de Zemeckis deberían leerlo a manera de expiación.

Abstenerse: Sólo si leyeron el título y pensaron: “Be... ¿qué?"

8 comentarios:

Master Pei dijo...

Suena bien... Tomaré nota para añadirlo a la colección... uno de estos días U_U

Saludos!

Alonzo dijo...

Bueno pero es que ya voy antes de enfrentar al CIENTIFICO LOCO loco con frankstein, y el que sigue que me avienta inversion pero no me deja.

Kitsune dijo...

Quiero ese libro!!!!

Aisling dijo...

Pei, Kit: Recomendadísimo, este libro. Creo que se puede hallar en su idioma original, pero en México, la edición del Conaculta no está nada cara... 70 pesos en rústica y 180 en tapa dura. Y el gasto no arde.

Alonzin: Je, je, je... como ésta que estás jugando es tu primera versión de Final Fantasy IV, no podría darte muchos detalles por temor a "spoilearte"... pero ese jefe del que hablas es una verdadera lata. Cuando te ponga inversión, aviéntale un elixir.

Anónimo dijo...

Porque no te gusto la pelicula de Beowulf, no era tan mala ¿no? Soy nuevo por aqui, saludos y felicitaciones por el blog, no acostumbro comentar mucho pero si visitar seguido.

Aisling dijo...

Hola, Anónimo, muchas gracias por visitar y comentar, y bienvenido. :>

La película de Beowulf no me gustó pero nada, es verdad, por varias razones, pero la más importante, creo yo, es que no respeta el sentido original de la obra, que habla de valor y sacrificio, y de resistencia frente a fuerzas mucho más poderosas que uno.

Me molestó un poco que nadie se pusiera de acuerdo (en el original en inglés) con la pronunciación de "Beowulf" y de otras palabras en inglés antiguo. Pero creo que lo más humillante fue ver cómo tratan a las mujeres ahí... punto menos que como objetos. Los hombres casados nunca parecen estar satisfechos con sus esposas (por cierto, la reina Wealtheow jamás se casa con Beowulf; ¿por qué habría de hacerlo, si la señora era una esposa responsable y una mamá devota?); la madre de Grendel, que debería ser un monstruo, es una seductora con tacones (?) y lo único que hace es embarazarse de lo primero que se le ponga en frente, ya sea hombre, escoba o pescado.

Por último, se me hizo tramposo que se buscara que el público sintiera compasión por Grendel, un despiadado asesino en el original. Como que ya no queremos que los monstruos sean monstruos... mandamos al psicólogo a los hijos que matan a sus padres y Timothy McVeigh es nuestro héroe.

... dijo...

Me parece entonces que estoy en el clasico caso donde la ignorancia de la obra original hace que sobrevalore la adaptación, situacion que repetidamente me toca ver en la adaptacion de comics o novelas graficas. Aunque estoy de acuerdo contigo en todos los puntos que no entran en este caso. Creo que ahora me acercare con mas interes al libro aqui reseñado, espero no generar un trauma contra Neil Gaiman (cosa que dudo sea posible en mi caso) Saludos

Aisling dijo...

¡Rápida respuesta! No te preocupes, que si te gusta Neil Gaiman no cambiarán tus sentimientos al leer este librito.

Gaiman es bueno, y de hecho en el uso que hace de obras clásicas para sus propios trabajos (pienso sobre todo en Shakespeare y Lord Dunsany) se mueve muy bien. Es por eso que me decepcionó su interpretación de Beowulf... yo esperaba que mínimo le metiera un poco de sentimiento. No entendí qué pretendió hacer con Wulfgar, que es un personaje que me cae muy bien y que podría acomodarse a la perfección a los roles que parecen gustarle, de jovencitos que comienzan a descubrir las durezas (y los horrores) de la vida. Pero bueno, ya qué. Todavía no han hecho una adaptación de Beowulf que me llene.

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