martes, noviembre 04, 2008

¿Qué es el hogar...?

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Éste es un dibujito que Ronald, un chico de doce años, le envió a su madre, que en ese entonces estaba enferma en el hospital. Por favor hagan click en la imagen para verla completa. A la derecha del cuadro se representó a sí mismo, y el señor de la izquierda es su tío; ambos se están cosiendo solos la ropa: el nombre de la ilustración está escrito en la parte de abajo: “Qué es el hogar sin una madre (o una esposa)”.

Caray, buena pregunta.

Ya me imagino a los detractores de J.R.R. Tolkien y a los amantes de lo políticamente correcto dándole rienda suelta a los malos pensamientos; el niño extrañaba a su mami porque no había quien le arreglara su ropa. Así que Tolkien era machista desde jovencito y pensaba que el lugar de una madre y una esposa era el hogar. Yo creo que tenía buenas razones para hacerlo, puesto que su madre, sola, tuvo que trabajar duro para sacarlos a él y a su hermano adelante, y eso agravó la diabetes que ya padecía. Unos meses después de recibir este dibujo, ella moriría.


Siempre he creído que el feminismo es una farsa, y que la liberación femenina lo único que hizo fue arrojar a las mujeres a una peor prisión. No fue la liberación femenina lo que sacó a las mujeres de sus casas y las puso a trabajar; eso ya lo hacían desde siglos atrás. Lo que sí hizo fue que se sientieran culpables por no hacerlo; jamás les quitó de encima las labores domésticas, por ejemplo. Según las nuevas percepciones, una mujer “realizada” tiene que deslomarse en el trabajo, y encima en la casa y en el gimnasio. Citarse a sí mismo es una sangronada, pero alguna vez escribí (y hablando de Tolkien también) que si alguien veía la “liberación” en todo ello, que me explicara por favor.


Tolkien dijo que las mujeres para ir a trabajar sólo cambiaban su subordinación a una figura de autoridad masculina (el padre o el esposo) por otra (el jefe); y en muchos países por desgracia esto es todavía cierto. Nos lo recuerdan las estadísticas, que muestran cómo las mujeres seguimos ganando menos (entre un 25 y un 50 por ciento) que los hombres por hacer el mismo trabajo; una forma más discreta de esclavitud y por la que se supone que deberíamos estar agradecidas. Alguien (y lástima que no recuerdo quién) dijo que algunos empresarios alabaron la liberación femenina porque eso les proporcionaría mano de obra barata. Y todavía hay señores que piensan que esto está bien y lo dicen sin ninguna vergüenza.

No creo que Ronald se haya planteado todas estas cuestiones cuando hizo este dibujito, pero para variar tenía sensibilidad y muy pocos prejuicios para darse cuenta de lo que ocurría; por cuestiones evolutivas (comprobables) es a las mujeres a las que les toca adaptarse a las circunstancias y realizar por igual labores que se consideran propias de uno y otro sexo. No todos los caballeros reaccionan de tan buena manera. Sospecho que la razón por la que todavía hay hombres que consideran que el lugar de la mujer es la cocina es mera supervivencia. Lo que haría falta, supongo, es una liberación masculina (deshacerse de ciertos complejos estúpidos).

Nota: La imagen está tomada de Tolkien, Life and Legend, catálogo de una exposición de documentos, fotografías y papeles de J.R.R. Tolkien que se llevó a cabo en Oxford para conmemorar el centenario del autor, en 1992.

4 comentarios:

Nona dijo...

Muy interesante reflexión. Desde luego Tolkien parece machista desde nuestra perspectiva del presente, pero mirado en retrospectiva su actitud era lo considerado normal.

A pesar de que contextualmente la preocupación que J.R.R siente por su mamá es aceptable, me imagino la pobre señora en su lecho de muerte pensando entristecida que para lo único que la querían era para que les cosiera y cocinara... ¡Más le valía haberle hecho un dibujo que pusiera "te echamos de menos, ponte bien", que, al menos, se podría interpretar de otras formas y no sólo como "ven a cocinar y coser para mí"!Concuerdo contigo en cuanto a las feministas se refiere. Siempre me ha dado mucha rabia, porque su comportamiento indica que no sólo buscan la igualdad en derechos con los hombres sino además quedarse con algunos extra. Me molesta su indignación cuando un hombre no les abre la puerta o no les deja su lugar en el tren concurrido (a no ser que esté embarazada o con algún tipo de problema, claro está! -Entonces me parecería una actitud execrable, tanto para hombres como para mujeres que no estén en el mismo estado-).

A pesar de que en mi país sigue habiendo, aunque en menor grado cada vez, cierto machismo y mal feminismo, ciertamente doy gracias por haber nacido allí. Comparado con otros lugares, las oportunidades que he tenido nunca -de momento y que yo sepa- se han visto menguadas por tal situación... me apena ver que el tema esta mucho más grave en tantísimos otros lugares...

¡Ánimos a todos/todas!

Master Pei dijo...

Yo tambien concuerdo contigo, Aisling! No suele ser algo que diga mucho porque obviamente, al ser hombre, me lo tomarían a machismo desmedido, pero creeme que entiendo perfectamente a lo que te refieres, y concuerdo con tu punto de vista. ¿Igualdad? Si precisamente lo maravilloso de que seamos hombre y mujeres es precisamente eso, las diferencias que tenemos, las diferentes energías que manejamos, las formas diferentes de ver la vida... Ya, sé que soy un poco idealista y romántico con estas cosas, pero bueno, es como soy.

Y que vivan las mujeres! Ánimo, fuerza y valor, por siempre!

Chendo dijo...

La temática que tratas a propósito de la carta de Tolkien a su madre es bastante difícil de tratar, ya que existen infinidad de circunstancias que para cada uno de nosotros nos da cierta perspectiva que para nada es comparable con la de otros, sin embargo, pienso que todos podemos aportar algo para reducir los efectos indeseables de una convivencia malsana, pero en fin, en lo que a mi respecta me agradan bastante cierto tipo de mujeres sobretodo sensibles, inteligentes, deportistas y trabajadoras y cuando establezco una relación con una mujer me gusta dar todo y cuando hay una retroalimentación, la relación se fortalece y enriquece; será tal vez porque tengo tendencias de iconoclastas me parece tan normal reventarse una buena comida, cena o desayuno o limpiar el hora, asear el dormitorio. La inseguridad de sentirse hombre es una cuestión mental, el hecho de trabajar en una u otra labor en nada afecta a cualquier persona. Quien guste de andar con alguien que no haga nada es muy su problema, eso si, luego no hay que quejarse sino aguantarse, porque lo que de principio se admite no cambia o muy pero muy difícil cambia. Decía Julian el amigo de sudáfrica uno sólo cambia realmente cuando vive una tragedia, cierto, ya viví más de una, saludos. Aisling, la semana que entra visito tu tierra

Aisling dijo...

Gracias, muchísimas gracias a todos por sus comentarios, y mil disculpas por haberme tardado tanto en responder en estos días. Voy a procurar ponerme al día más seguido.

Nona: Y sips, Tolkien consideraba como normal la situación de las mujeres en su tiempo, pero no creo que fuera machista en modo alguno (al menos no por lo que respecta a las mujeres en su obra). Lo que sí es que no era feminista, je, je, je... y en eso lo apoyo. Cuando su mamá estaba enferma le envió varios dibujos, pero éste es el único que tengo en mis garras... no creo que el mensaje fuera tanto que deseaba que ella volviera pronto para ponerse a coser, sino algo así como "aprecio mucho esas cositas pequeñas que haces por mí, para las que yo la verdad no sirvo para nada". Ojalá muchos hombres de mi propio país vieran eso, pero piensan que el trabajo doméstico es sencillo (precisamente porque no lo realizan).

Pei: ¡Vivan las mujeres y los hombres! Y que viva la humanidad sin prejuicios. Que vivan, diría yo, los hombres que se ponen delantal y cocinan para que su mujer tenga un plato servido y calientito cuando llegue de trabajar.

Chendo: Cieeeelos... capaz que ya estuviste por acá y no te vimos...
Bueno, por otro lado, no creo que el problema sea realmente el de la convivencia en pareja, sino a mayor grado el de las sociedades. A mí me parece indignante todavía que las mujeres ganen menos que los hombres y que además se las haga sentir culpables por no tener tiempo de ocuparse de la casa.

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