(Iustración de Sue Giacoman; caricatura de la portada por Hellnike).
La casa ideal
No, en realidad no vivo en nada que se parezca a esto. Si fuera posible, me encantaría tener una casa en Galway, Irlanda, cerca o sobre Quays Street, o en el municipio de Claddagh, vista al mar y todo (aunque, ¿quién necesita ver el mar cuando se tiene a Irlanda bajo los pies?).
Mi casa tendría un jardín grande con árboles para que mis gatitos anduvieran a sus anchas; una cocina con estufa y barra en el medio para experimentar sin cuidarme de manchar las paredes; una biblioteca de unos dos pisos con escaleras de riel y libros hasta el techo, con mi estudio al centro; una sala de paredes amplias, amplias y vacías, donde pudiera colgar mis cuadros y pinturas favoritas; un salón de juegos pequeño pero con espacio suficiente para colocar una televisión, mis consolas y mis tapetes de baile, y, ¿por qué no?, un home theatre; bodegas y bodegas para jamás tener que deshacerme de mis revistas; y tal vez algún lugarcito aislado para convertirlo en mi taller de manualidades. En la entrada, por supuesto, una puerta de madera roja, con arco y macetas a los lados, siempre abierta para “buenos amigos que quieran retenerte; con sus historias y noticias, y al cantar melodías para pasar la noche”. (Song for Ireland).
Pero bueno, mientras que lo único que pueda hacer es fantasear, me estoy construyendo este hogar virtual. Cien mil bienvenidas a todos (céad míle fáilte) y espero que lo que encuentren en la casa de ustedes sea de su interés y gusto.
La casa ideal
No, en realidad no vivo en nada que se parezca a esto. Si fuera posible, me encantaría tener una casa en Galway, Irlanda, cerca o sobre Quays Street, o en el municipio de Claddagh, vista al mar y todo (aunque, ¿quién necesita ver el mar cuando se tiene a Irlanda bajo los pies?).
Mi casa tendría un jardín grande con árboles para que mis gatitos anduvieran a sus anchas; una cocina con estufa y barra en el medio para experimentar sin cuidarme de manchar las paredes; una biblioteca de unos dos pisos con escaleras de riel y libros hasta el techo, con mi estudio al centro; una sala de paredes amplias, amplias y vacías, donde pudiera colgar mis cuadros y pinturas favoritas; un salón de juegos pequeño pero con espacio suficiente para colocar una televisión, mis consolas y mis tapetes de baile, y, ¿por qué no?, un home theatre; bodegas y bodegas para jamás tener que deshacerme de mis revistas; y tal vez algún lugarcito aislado para convertirlo en mi taller de manualidades. En la entrada, por supuesto, una puerta de madera roja, con arco y macetas a los lados, siempre abierta para “buenos amigos que quieran retenerte; con sus historias y noticias, y al cantar melodías para pasar la noche”. (Song for Ireland).
Pero bueno, mientras que lo único que pueda hacer es fantasear, me estoy construyendo este hogar virtual. Cien mil bienvenidas a todos (céad míle fáilte) y espero que lo que encuentren en la casa de ustedes sea de su interés y gusto.
4 comentarios:
Laura, hola cuanto tiempo!
Será que me va a tocar inaugurar los comentarios de tu blog? Jeje.
Si, Irlanda, me gustaría conocerla algún día.
Bienvenida a la blogosfera, Saludos!
Oh!
Yo también quiero una biblioteca así
*sighs*
Btw, me gusta mucho tu blog. Qué bueno que aquí podré leer lo que escribes
:)
¡Ah, qué bien! Gracias por su visita, Nelly y... MacPaco, creo que no te ubico, pero si me das una pista te lo agradeceré...
Muchas gracias por los links... estaré al pendiente de sus respectivos blogs (y gracias por la bienvenida a este caótico y, para mí, muy nuevo mundo).
¡Nos faltan las oraciones irlandesas!
¡Por favor!
Sigue así y yo me volveré también fan de Eire (que por los libros de caballerías, algo lo soy).
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