domingo, diciembre 13, 2009

Recuento de la FIL 2009

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La gigantesca pantalla interactiva de autores y citas, y un extremo de los globos-pantalla en el stand de Los Ángeles, ciudad invitada de la Feria del Libro; de nuevo, foto cortesía del Pere; ¡gracias!

Por lo general, el fin de la Feria del Libro es, para una servidora, el principio de la depresión navideña, pero este año me las voy a arreglar para que eso no ocurra. Siempre que se acerca la Feria me pongo de nervios... que si habrá dinero suficiente, que si me voy a sentir mal para variar porque aún no cumplo mi sueño de dedicarme a escribir... y resulta que en los días que dura me siento en las nubes, flotando y colgada de una alita de frágil felicidad. Lo mismo me pasa cuando se acaba un año viejo: lamento el que acaba de terminar, sólo pienso en las pruebas por las que he pasado y me amargo sola los buenos momentos.

Como sea. No voy a repetir, para variar, que este año estuvo difícil, porque todos lo han estado desde que tengo memoria de adulta. ¿Y qué? Ya les contaré qué tengo en mente. Por el momento sólo puedo adelantarles que, según se vayan terminando los compromisos laborales, iré subiendo a la casa de ustedes montontes y montones de posts atrasados; algunas reseñillas, comentarios, una traducción por ahí; esas cosas. Pero, para que no me pase lo mismo que el año anterior (muchas crónicas de la FIL 2008 se me quedaron en el disco duro) iré alternando cuestiones más o menos antiguas con otras más recientes.

En esta FIL hubo montones --eso es; montones-- de actividades estupendas, más que las compras (mi cartera, de hecho, sufrió muchísimo menos de lo que me esperaba, a pesar de que el mérito no es todo de mi templanza, sino de mis papás, que me regalaron los libros más caros. ¡Gracias, qué geniales son!). Hubo la videoconferencia de Ray Bradbury, la mesa de escritores de ciencia ficción, la presentación de las novelitas de Shakespeare del especialista en el tema Martín Casillas, el encuentro con varios escritores jóvenes y el reencuentro con viejos amigos. De todo ello, espero, les pondré una crónica; esta vez intentaré ser puntual.


Por lo pronto, ¿quieren un adelanto de las habas que se estuvieron cociendo en la feria? He aquí algunas frases memorables:

* * *

“Se nota que otros crecen”.

Melancólico suspiro del Capitán, en la mesa de ciencia ficción en el Café Literario, con respecto a la ausencia de montones de amigos y examigos que en otro tiempo hubiera hecho multitud ahí. No es cierto, Capitán. Crecer no es lo mismo que botar las raíces.

* * *

Aisling tratando de conseguir libros de la colección de fantasía de Ediciones Berenice, en el stand de Urano:

Aisling: Disculpe, ¿libros de Berenice?
Señorita: ¿Uhhh?
Aisling: De Ediciones Berenice.
Señorita: ¿Uh? ¿Qué libro buscaba?
Aisling: Lo que tenga de Ediciones Berenice.
Señorita: ¿Uh?
Aisling: De Ediciones Berenice.
Señorita: Ah. (Después de ir hacia un exhibidor que tenía alguna cosa rara de psicología, y no precisamente de Berenice).
Tenemos éstos.
Aisling: Mmmmm... No, éstos no son de Berenice.
Señorita: ¿Como qué libro buscaba?
Aisling: Libros de Diana Wynne Jones.
Señorita: Uhhhh... no, no los manejamos.
Aisling: Los tiene Ediciones Berenice.
Señorita: ¿Uhhhh? ¿Es una editorial...?

* * *

Vuelven a la carga los muchachos vestidos de amarillo en el stand de Gandhi:

Muchacho de amarillo (tras solicitarle un título): “Pregúntele a la chica de amarillo; ella sabe”.

* * *

En una presentación del libro El Creador, de una escritora mexicana jovencita, Andrea Chapela:

Aisling: ¿Qué de atractivo podría tener tu libro para un lector de fantasía adulto?
Andrea Chapela: No sé... tendría que ser adulta...

Una respuesta inteligente, supongo. El problema es que Andrea tiene 19 años. Pero igual no creo que lea mucha fantasía.

* * *

“Nos vamos a esperar aquí sentadas. Papá no se cansa”.

Mamá resignada a su hijita, frente al pasillo de las editoriales universitarias.

* * *

Nuestro amigo G. al conocer a Larry Niven.

G: Perdón, ¿es usted Larry Niven?
Larry Niven (palpandose los brazos): Sí... creo que sí.

* * *

El promocionar un libro con la ropa o los accesorios puede ser contraproducente:

“I’m a regular bitch.”
Inscripción en la playera de una señorita de Planeta.

“Tiene derecho a permanecer callado”.
Playera de un señor de Planeta que, en el stand, respondía a las preguntas de los clientes.

“Pregúntale a Silvia”.
En el botón publicitario de una señorita en la sección de consultas de Ediciones B.

* * *

A la espera de la venta y firmas de libros del señor Casillas, y frente a un montó de gente que esperaba a Gaby Vargas:

Aisling ¿Sabe quién más va estar firmando aquí?
Señorita del stand de Santillana: Pues... creo que el autor de Romeo y Julieta, pero no sabría decirle con seguridad...


* * *


Por lo pronto, esto es todo. Esperen un poco de crónicas y actualización antes de las vacaciones.

Nota: Para ver las frases memorables del año pasado, vayan a la última parte de este post.

8 comentarios:

Kitsune dijo...

Hahaha, las frases de la feria se superan cada año!

Como siempre, disfruto mucho tus crónicas.
:)

Chendo dijo...

Definitivamente la sección de las frases de la Feria tiene un gran mérito y la reseña que es bastante buena ... hace que lejos de sentirme bien, me hace sentir que me pierdo bastantes eventos buenos, pero ni modo, ya será para la próxima, un saludo.

Anónimo dijo...

Noto un cierto resentimiento tuyo hacia Andrea Chapela, la cual a sus 18 años escribió y le publicaron La Heredera, dudo mucho que te haya gustado, pues en tu ser tienes ese pequeño resentimiento que gente muy joven publica y tu no lo has hecho

Petrus Angelorum dijo...

¿Quién será anónimo?

De hecho Aisling tiene varias publicaciones, que, creo yo, por modestia no publicita demasiado.

Mi opinión del libro de Chapela: ¡es un ecocidio! y ¡un fracaso comercial y literario!

Se me ha dicho que he andado algo blando con la Chapela, pero es falso.

Master Pei dijo...

¡"El autor de Romeo y Julieta"! Jajajaja!, buenísimo, Aisling!

Arc dijo...

Sin la necesidad de atacar al anónimo, ni a la autora que menciona, Andrea Chapela, puedo comentar que gracias a una experiencia muy intensa con una casa editorial Canadiense pude percatarme que la medida de un humano no es ni las obras que ha publicado, ni el éxito que éstas tienen.

He tenido la fortuna de conocer a una docena de autores, (media docena de ellos suficientemente populares para vivir de las letras); un par de ellos íntimamente. Por interesantes personas que sean, a ninguno de ellos les guardo tanta admiración, aprecio y cariño como a Aisling.

No es que Aisling resienta a autores publicados, anónimo --ese es un error en juicio de caracter por tu parte. Lo que ocurre es que Aisling añora el día en que ella pueda finalmente vivir de lo que ama hacer (escribir, ser leída, y recibir una compensación por ello) sin la necesidad de recurir a otros empleos que la estresen inecesariamente, como ha ocurrido por un tiempo ya (y con mayor intensidad ultimamente).

Si conocieras a Aisling en lo más mínimo entenderías que una de las cosas que Aisling no es capáz de hacer, es envidiar de forma alguna a otra persona.

Que estés bien anónimo(a).

Y para ti, Aisling, esperamos verte más seguido por estas praderas digitales ^.^

-Arc

Chendo dijo...

Sabes anónimo, de todos los que aquí escriben creo ser uno que tiene muy poco tiempo leyendo a Aisling y desde mi personal punto de vista, ella es una persona bastante creativa, respetuosa, sincera, amorosa, etc., y como todos tiene sus puntos débiles.
Pero no dudo de que tu frase de resentimiento por gente joven que publica, sea un término adecuado a lo que ella quiere expresar.
Ten presente que hay grandes escritores que han pasado desapercibidos por siglos .. y otros que han sido exaltados sin realmente merecerlo u otros que sin ser escritores venden pacas de "pseudo-escritos de puestodeperiódicos"... son cuestiones de demanda. Es como bien dice Arc, tener sed de vivir a partir de lo que te gusta hacer y no tener que trabajar en empleos que no van contigo sólo para vivir. En fin, es sólo una observación, un saludo para todos.

Raven Lausleahleahhann dijo...

Yo creía imposible encontrar libros de Doña Diane WJ... Buscaré las de Berenice :)

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