sábado, abril 24, 2010

Ever on and on (carta abierta)



Estimado abuelo:

Una noche, hace exactamente veintitrés años (el día de San Jorge; el día del libro, aunque ninguno de los dos hechos tenía sentido para mí entonces) estaba escribiéndole una carta, igual que la que le escribo ahora. Bueno, igual no porque no se trataba de una abierta (si la hubiera leído alguien más me muero) sino un parrafito pseudopoético en mi diario; y porque entonces lo llamaba a usted de otra manera y no “abuelo”, como en sueños me recomendó hace algún tiempecito (y fue un consuelo hallar que Poul Anderson tenía la misma idea). Como sea, ésta es la segunda carta que le escribo; no tengo idea si llegó a recibir la primera, porque no se nada de correspondencias sobrenaturales; ni, de haberla recibido, cuál haya sido su reacción. ¿Le pareció divertida, tierna? ¿Tal vez un poco pedante? ¿Muy infantil? Bueno, como sea, no le escribe ahora una mocosilla, sino una mujer mayor, algo traqueteada por los golpes de la vida, por lo pronto muy, muy cansada, falta de sueño y de sueños, y con menos de un cuarto del tiempo con el que contaba antes para fantasear.

En la carta aquella le suplicaba, más o menos a la manera de la Letanía de Don Quijote de Rubén Darío (¿no se me habrá espantado usted con la blasfemia?) que me trazara un camino a seguir, más o menos claro, algo que me permitiera “volver a casa” como el prisionero ése que menciona en su conferencia de los cuentos de hadas.


Creí tener respuesta; de hecho las primeras zancadas no representaron más dificultad que los pasos de todos los días. Comencé por inventarme un alfabeto secreto para que los maestros creyeran que los mensajitos que les dejaba en los márgenes de trabajos y exámenes (“es usted un salvaje, maestro Fulano”) eran sólo garabatos. Luego rescaté las historias que me inventaba de chica para divertir a mis amigas de la primaria, y traté de unificarlas bajo cierto firmamento, sobre cierta geografía. Más tarde me inscribí a la Escuela de Lingüística de la Autónoma de Guadalajara. Cuando estudiante, me conseguí un grupo de amigos con quienes esperaba enriquecer y compartir el proceso creativo. Antes de cumplir veinticuatro, conseguí la cátedra de literatura en lengua inglesa en mi propia universidad.

Pero ahora, si vuelvo la cara, ¡cuántos caminos me arrepiento de haber tomado! ¡Cuántos de lo contrario! ¡Cuántos que fueron tan difíciles y de todas maneras no llevaron a ninguna parte!

No me va a creer, abuelo, que ahora estoy comenzando a dudar de montones de cosas en las que siempre había creído. No de Jesucristo Nuestro Señor, porque cualquier pregunta que tuviera sobre Él ya se me respondió hace tiempo y de manera definitiva. Pero ahora ya no creo en el trabajo duro y constante, ni en los beneficios que trae el conocimiento, ni en la riqueza de la experiencia; pienso más bien que el trabajo duro no sirve de nada si uno no se ha dedicado a lamer las botas adecuadas, que el conocimiento trae desdicha porque sólo lo hace a uno consciente de su propia ignorancia, y que la experiencia no causa ninguna impresión si no se combina con orgullo y menosprecio hacia el resto de la humanidad. Y, Dios me perdone, estoy comenzando a dudar de la decencia, aquella coherencia triple entre lo que se hace, lo que se dice y lo que se piensa, porque los triángulos nunca fueron buenas bases para superficies planas, y la gente (plana, de hecho) que tiene poder sobre un individuo lo aplasta a menos que el equilátero perfecto se vuelva un tanto escaleno. He llegado a pensar (y la saliva que paso me sabe amarga) que de nada sirve educar y educarse sobre ideales para un mundo ideal, porque éste donde vivimos no lo es.

Desperdicio tanta agua en esas cuestiones, que se me olvida que tengo que regar cierta plantita; un árbol como el que Niggle el pintor deseaba terminar (aunque en mi caso es más bien un arbusto de pingüica tamaño bonsai) y que amenaza con secarse por el descuido. Se me olvida el montón de bichos que han hecho ahí su hogar; hijos míos en su mayoría, algún que otro adoptado, casi todos con una historia y muchas ganas de vivir. Es cuando me vuelvo al arbolito cuando de pronto me entra un golpe de energía: para cocinar, para arreglar un cajón, para preparar mis clases. Pero una vez que termino con la tarea “necesaria” me doy cuenta de que el espíritu bonsaísta se ha desvanecido, y me pregunto cómo fue que alguna vez conseguí que retoñara el hierbarajo ése.

Es por eso, abuelo, que esta noche sólo quisiera preguntarle algo: usted que sabe lo que es cuidar a una familia, lo que es pasar dificultades por negarse a adorar a la hidra, lo que es que le digan a uno que su trabajo no sirve para nada; ¿pasó alguna vez por estos momentos de desazón? ¿En los que creía que iba a sacrificar para siempre lo que estaba más cerca de su corazón a lo que era estrictamente necesario? Casi creo que la respuesta es sí; cualquiera que lea el cuento del pintor puede adivinarlo. ¿Cómo fue, entonces, que más adelante reescribiera “The road goes ever on and on” y blah blah blah... tantas versiones de que hay que seguir, seguir? Está bien, querido abuelo, si me quedo con la duda. A diferencia de las otras que arrastro, ésta sí es una que calienta el alma, que la sacude un poco. Si todo se basara en certezas, ¿qué mérito tendría la fe?

Gracias como siempre, abuelo, por todo. Aunque en los últimos días no he hecho sino rumiar mis dificultades, poquitísimas comparadas con las que usted pasó alguna vez, ya sabe que muy en el fondo de mi corazón sigo guardando esperanza; la energía dura poco, pero la esperanza es recargable (perdón si a veces me expreso en términos extraños). Deséeme vida suficiente, y a mis seres queridos (la vida se está volviendo tan frágil aquí en mi país) para continuar, y ver alguna vez aunque sea un par de hojas de mi árbol; cada rama lleva madera de usted.

Un abrazo cariñoso,

A.

11 comentarios:

Víctor Martínez dijo...

Cuando mas oscuro se ve la noche, es por que viene el amanecer.

Animo, no desesperes.

Buena vibra desde acá.

Chendo dijo...

Ais: El verdadero proceso de educación es uno de los más nobles actos de la humanidad, no dudes en la fortaleza de dicha actividad y menos en la tuya. Si existe un equilibrio colgado de alfileres es gracias a gente educada, no es gracias a otra cosa. Y tú que eres buena católica recuerda a Job. Lo que me llama también mucho la atención es que te arrepientas de algo ... eso es muy fuerte.
Recibe mis mejores deseos desde las montañas :)

Karla dijo...

La duda, a diferencia de la vida, es perpetua. Va más alla de nosotros. Yo trato de no naufragar en ella cada día, y creo que eso es lo mejor que puedo hacer al respecto.

Saludos, Ais, me gusta tu blog.

Salva dijo...

No te voy a dar ánimos, no soy optimista y mucho menos creyente, ni soy amigo ni conocido y aunque lo fuera, quizás algún día te des cuenta que los amigos virtuales o reales no importan en tu vida porque ellos no toman decisiones propias de nuestra voluntad, soy alguien que le ha encontrado el significado PERSONAL a la vida, que de repente tomando un café mañanero se topo con tu blog, el cual no me interesa en lo mas absoluto, quizás te diga cosas que tus “amigos” no se atreven a decirte.

¿A quien culpar si no me va bien? ¿Con quien me quejo? ¿A caso sirve de algo?, la gente joven se come la vida a puños tiene anhelos y piensa que los puede cumplir, con el paso del tiempo te das cuenta que el existir es diferente que los planes futuros son cada vez mas difíciles de realizar y esos planes o proyectos se convierten en lo que siempre fueron… sueños nada mas.

No le pidas nada a lo que no existe, no por ser “buen católico” te irá mejor eso ya lo sabes, desperdicias plegarias en un dios, plegarias o pensamientos que se pueden enfocar en una inventiva una idea o impulso humano que te lleve a tomar nuevas decisiones, que te reinventen ¿te falta una parte de tu cuerpo? Para que te quejes de algo que valga la pena

¿Envidias a los que tienen bienes y dinero a pesar de ser ignorantes, narcos o políticos? ¿Te ganas algo con ello? ¡Al carajo! Ni a ellos les importa lo que pienses, por qué te debe de importar a ti entonces.

Ser buen, padre, buen hijo, buen maestro, hacer feliz a la gente con tus actos, eso no te traerá, por ejemplo un hijo por el cual haz querido concebir por mas de 10 años y que cada vez te es mas difícil y ves a esos chamaquitos de 15 y 16 años aparearse y tener niños como conejos y dices ¿porqué ellos y yo no? Yo tengo todo para darle a un hijo o hija, te preguntas por que el perrito mas inocente, más hermoso, mas inofensivo de este mundo es atropellado en la calle y miles de perros son tratados como dioses por las ricas copetonas de Chapalita, ¿sirve de algo tener un banner para evitar el maltrato de animales? no sirve de nada, maltratos e injusticias siempre han existido y habrá.

Por que murió en carretera tu hermano y su esposa embarazada, presa de un junior borracho que iba a mas de 180km/h en su lobo Harley, el esta vivo y libre, tu hermano y su esposa la pareja mas hermosa que hayas conocido no.

Muchos nos damos cuenta que los buenos deseos son hipócritas, que la frase “Echale ganas” son el par de palabras mas entupidas y huecas del vox populi, tarde o temprano algunos tomamos decisiones, dejamos nuestros lastres y salimos adelante, sino lo haces por ti lo haces por los demás, hazlo por ese bebe que vas a tener o que siempre haz querido tener, es el momento de hacerlo, mañana será demasiado tarde y te arrepentirás, te arrepentirás de ser una desdichada, de no haber hecho otra cosa diferente, te arrepentirás de no haber dejado la ciudad e irte a vivir a un pueblucho de menos de 5 mil habitantes. (por dar un ejemplo)

Si tu sueño fue ser cineasta o escritora y no lo eres, no lo serás ya olvídalo, toma otro camino, de nada sirve vivir en el hubiera, la vida es hoy, ni el pasado, ni el futuro importan.

¡Ya déjate de niñadas y crece! Te lo teclea un cabrón que odia y ama, un simple ser humano.

Master Pei dijo...

Aisling, me dejó impresionado leerte tan desanimada. No soy nadie para opinar sobre que te sientas así, si sientes que no tienes sueños o que te cuesta creer en las cosas en las que creías antes; quién soy yo si no sé por lo que has pasado, tu situación personal; si no he vivido lo que has vivido, si no entiendo qué te pudo llevar a esta depresión. Lo único que puedo hacer es decirte que, aun ignorando todas esas cosas, creo en ti, Aisling. Creo en ti de todo corazón, pero necesito pedirte que también tú creas en ti.

Como sea, estoy contigo. Ánimo. La luz nunca se extingue.

Dark Soulless dijo...

Ánimo señorita :)

Está bien, entiendo que seas realista, por que ni siquiera hay que ser pesimista, pero, ¡vamos!, sigues viva, tienes a tu esposo, tienes a tus mascotitas y a mucha gente que te aprecia, como yo, que a pesar de que no te conosco en persona, te he tomado aprecio, pues me facina tu forma de escribir.

Así que no te preocupes, pongamos el asunto en manos de Dios, el podrá ayudarte en todo lo que necesitas.

Además, en lo de la educación, si seguimos educando, es por que tenemos la esperanza de que eso hará cambiar el planeta. Si nuestros padres nos siguen inculcando valores es para que nosotros hagamos una diferencia.

Por lo tanto, disfruta las pequeñas cosas de la vida :)

Nos vemos luego, cuídate mucho, bye :D

Kitsune dijo...

A veces las palabras sobran... un abrazo enorme, y como dijo Pei: "Creo en ti de todo corazón, pero necesito pedirte que también tú creas en ti".
:)

William Blanquelt (Doctor Friki) dijo...

Animo Laura, casi no nos conocemos pero créeme si te digo que lo que he leído en este tú blog, me demuestra que eres una persona buena y honesta, que habla con conocimiento de causa y no eches en saco roto lo que has hecho en tu vida, si bien no se refleja en el día a día, eso no lo es todo, por mi parte lo que escribes me a echo aprender más y reflexionar en más de una ocasión y estoy seguro que a mí, así como a mucha más gente nos dolería mucho perderte, mi único consejo es que no pierdas la Fe, en Dios, en Ti Misma, En la Vida en lo que Tú quieras, pero no la pierdas, seguir adelante a pesar de los problemas es lo que nos caracteriza como humanos y no estás sola nosotros te queremos y te apoyamos.

Aisling dijo...

De nuevo, muchísimas gracias a todos por sus comentarios.

Vic: Perdón por andar desaparecida. La buena vibra se alcanza a sentir, y esperamos que amanezca gradualmente (¡cómo me encantaría que la noche se acabara de golpe!

Chendo: Estoy consciente de las bondades de la educación (creo que mi escritor favorito, a quien llamo "abuelo" aquí, sabía algo al respecto). En realidad lo que me pega algunas veces es un poco de decepción: mis alumnos y yo misma entramos a la universidad pensando que el hacerlo nos llevaría a una vida materialmente mejor, y no siempre sucede. Me cuesta trabajo, por ejemplo, insistirle a mis alumnos de traducción que hagan bien las cosas, mientras que por afuera ven que quienes tienen más trabajo son improvisados y malhechos que de pura casualidad son hijitos, primitos, novios/as o esposos/as de alguien. Lo bueno es que cuento con el cariño y respeto de todos ellos, pero no sé por cuánto tiempo dure esto contra el mundo real, donde vale más un parentesco/amasiato/humillación que lo que hemos estado aprendiendo.

Cuando me dan ataques de arrepentimiento casi siempre es por puras curvas que pude haber tomado en algún momento: si yo hubiera hecho esto, esto otro hubiera pasado; etc. No suelo quedarme en ellos mucho tiempo, ¡pero cómo me sacan canas verdes! Esos momentos se me hacen acumulativos y tuve que confesárselos a mi "abuelo" (otro día les cuento de aquel sueño... estuvo interesante).

Sobre todo, gracias, MUCHÍSIMAS GRACIAS por recordarme el libro de Job. ¿Creerás que hace un buen tiempo que no pensaba en ello? Ahí es donde dice que uno puede enojarse con Dios y sentirse mal con uno mi, pero que no conviene revolcarse en ello; y que el bien y el mal que nos vengan no son necesariamente fruto de nuestras acciones. Ayer en la noche volví a leerlo (después de como veinte mil años en lo que lo único que me realmente me estaba fijando era el leviatán y la behemoth) y fue un gran consuelo. De nuevo, gracias.

Karla: Gracias por darte una vuelta; a mí también me gustó tu blog, y me alegro haberme tropezado con alguien que conozca “Obra maestra”; casi todo el mundo fuera de Zacatecas identifica a López Velarde con la Suave Patria.
Se supone que un mexicano tiene alta intolerancia hacia la incertidumbre, pero no sé por qué últimamente me falla la nacionalidad. Voy a intentar arreglar eso también.

Aisling dijo...

Salva: Gracias por visitar aunque, como dices, lo que hay aquí no te interesa; todo el mundo es bienvenido. Hay algunas cosas de las que dices en las que coincido contigo, como en que no vale la pena quedarse en la propia desdicha; en otras definitivamente no.

Por ejemplo, los amigos. Perdón, pero eso de que no importan es falso de toda falsedad. Los amigos son como piedras preciosas, precisamente porque son difíciles de hallar y porque cuestan lo suyo. No todo el mundo puede tenerlos; me siento privilegiada por los míos.

Ah, y no me hice católica (no creo ser tan buena católica) para que me fuera bien; si de eso se trataran las religiones, ya me hubiera ido con la Universal Iglesia del Reino de Dios (sic) o similares a que me dieran un buen lavado de coco y me sacaran dinero a cambio de “bienes mayores” (como esa emulsión de agua, vino y aceite de cocina que estaban regalando el fin de semana pasado según eso para limpiar y purificar la casa; ya me imagino la peste). No puedo hablar aquí por nadie; algunos amigos son ateos y todo bien; pero si yo, una servidora, YO en lo personal, dijera que Dios no existe, sería tonta. O ciega. Porque ya me ha tocado ver el trabajo de Dios a mediano y a largo plazo; el acomodo de las cosas como si un buen escritor las sentara; eso que se llama Providencia.

Gracias a Dios, de hecho, no me falta nada (creo), pero cuando tienes gatitos aprendes a no minimizar el sufrimiento de nadie. Si llega una mascota con una espina en la pata no le dices “ay, cómo exageras; regresa cuando tengas gangrena”. Haces lo posible por aliviar un dolor pequeñito. Con los humanos también funciona.

Ya que con animales andamos, ¿crees que sea una tarea inútil dedicarse a evitar su maltrato? Sips, nunca dejará de haber animales maltratados, pero si uno consigue hacer la diferencia con uno solo, ya el mundo cambia. Una servidora le ha conseguido casa a varios animales abandonados, y ha ayudado a tres perritos a regresar a su hogar. Cuando los dueños me preguntan que qué pueden hacer por mí a cambio, les digo que hagan lo mismo por alguien más. Aunque se rompa un eslabón, es el principio de una cadena.

¿Que si envidio a quienes tienen dinero? ¡Oh, sí! Sólo porque cada vez me da más trabajo llegar a fin de mes. De ahí en demás, me importa muy poco.

Sips, mi sueño fue ser escritora; y según yo ya soy. Lo que quisiera es vivir de ello en exclusiva; no creo que sea imposible. Cineasta... no lo había considerado... pero, ¿por qué no? ¿Importa el tiempo? Después de todo, José Saramago comenzó a escribir a los cuarenta y tantos años, y Richard Adams a los cincuenta y tantos.

Total, si al menos mi blog te sirvió de momento... digamos... ¿catártico?, me quedo conforme... yo lo uso así todo el tiempo. Y no puedo dejarme de niñadas, lo siento; padezco neotenia. Gracias de nuevo; ama un poco más y procura odiar un poco menos.



Pei: Siento haberte preocupado; creo entre otras cosas que una razón de mi desánimo pudiera ser asuntos laborales y económicos: eso de que uno llegue preguntando “¿va a mejorar mi situación porque he estado haciendo un buen trabajo?” y te respondan “no, tu situación va a seguir igual porque nos da la gana”. Me imagino que esto debe parecerte harto familiar; detesto cuando te hacen sentir así. Y te agradezco que creas en mí. De veras, no necesito nada más.

Aisling dijo...

Dark: Cielos, cielos, ¡ya tengo que cambiar esto! La casa de ustedes volverá a ser la de antes, prometido. Tendré más ánimo. Porque la verdad, soy muy afortunada, por mi marido y mis “hijitos” de cuatro patas, y también por contar con personas como tú. ¡Gracias!

Kit: Dices que sobran palabras... y bueno, puede que sí... aunque yo creo que como mejor te expresas es con palabras, pero hasta las palabras que no dices expresan bien lo que con puras palabras se expresaría a medias. Ups, ya soné como Bilbo en su fiesta de cumpleaños. ; >

Doctor Friki: ¡Qué linda forma de decir las cosas, y cómo me devuelve el ánimo perdido! Gracias; por personas como tú sigo escribiendo.

Pooooooooorrrr cierto... te pensaba escribir desde hace un rato con respecto a una cosa, así que aprovechemos: resulta que desde hace rato tengo problemas para dejar comentarios en tu blog. Me quería echar un rollo de aquellos con tu artículo sobre Legolas, creo que de hace como un mes, y cada vez que aprieto el link de dejar comentarios me abre la página de nuevo en otra ventana. ¿Podrías ver qué está pasando, por fis? Utilizo Firefox; por favor dime si el navegador es el problema.

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