La contingencia sanitaria por inluenza se ha relajado un poco, pero la enfermedad sigue apareciéndose por el mundo. Por consiguiente, no hay que aflojar la guardia. La mejor medida de protección que podemos adoptar es la higiene: lavarnos las manos con frecuencia, no llevárnoslas a la boca o la nariz, principalmente después de haber tocado posibles focos de infección (pasamanos, teclados de compus públicas, asientos). Si tomamos en cuenta todo eso, tal vez no sólo consigamos deshacernos del virus A1H1, sino, imaginémonos, de todas las clases de gripe, y las enfermedades gastrointestinales. ¡El paraíso! Para cuando no tengamos agua y jabón a la mano, todavía podemos usar gel antibacterial (que no es otra cosa sino alcohol en gel).
Hace algunas semanas, cuando tratábamos el tema aquí mismo, Lonjho mencionó la escacez del producto (me gusta tanto el de Natural Scents, una compañía jaliciense que suele producirlos en todos los aromas imaginables) nos hizo el favor de compartirnos una receta del sitio web de la Procuraduría Federal del Consumidor en México. ¡Gracias! :>
A continuación, les paso la versión para perezosos de esa misma receta (con algunas modificaciones, también para perezosos). Mi hermana y el grupo de difusión científica Quark lo produjeron en masa para la Universidad Autónoma de Zacatecas, y según ella, cada quien puede modificar la receta a su gusto, siempre y cuando se sigan ciertos lineamientos. Por accidente, mi hermana vertió su gel en un frasco vacío de aromatizante oleico de ambiente, y mi mamá quedó fascinada con el resultado.
Ingredientes
Herramientas
Procedimiento
1. Cernir (es decir, pasar el polvo por la coladera de malla) al menos dos veces el carbopol sobre el recipiente pequeño, de manera que quede muy, muy fino. Si fuera necesario, utilizar la cucharita cafetera para deshacer los grumos.
2. Poner el alcohol en la licuadora, y agitar en la velocidad más baja. Echar muy poco a poco el carbopol, y seguir agitando. El alcohol comenzará a enturbiarse. Cuando todo el carbopol esté adentro, agitar medio minuto más, o hasta que la sustancia esté bien disuelta. Hay que tener cuidado de no quede ningún grumo.
3. Agregar la glicerina, y agitar un poco más. El líquido ahora se verá lechoso.
4. Con la ayuda del embudo, verter la mitad de la mezcla en el recipiente donde originalmente estaba el alcohol, y la otra mitad en el frasco vacío.
5. Medir con la jeringa 3.5 mililitros de trietanolamina. Agregar a uno de los dos frascos algunas gotitas, cerrarlo muy bien y sacudirlo de arriba hacia abajo, como si se tratara de una maraca. El gel comenzará a formarse justo ante nuestros ojos. Continuar añadiendo la trietanolamina, muy poco a poco. Si en algún momento el gel alcanza la consistencia adecuada, dejar de ponerla (el alcohol se va evaporando según trabajamos con él, y el esceso de trietanolamina echa a perder el resultado). Repetir el procedimiento con el otro frasco.
6. Si el gel queda demasiado espeso, agregar un poco más de alcohol.
Listo, con esto tenemos aproximadamente medio litro de alcohol en gel. Conviene almacenarlo bien tapado y en la oscuridad, y llenar con él algún frasquito pequeño que podamos llevar a todas partes. Lo más importante es no dejar de usarlo.
Hace algunas semanas, cuando tratábamos el tema aquí mismo, Lonjho mencionó la escacez del producto (me gusta tanto el de Natural Scents, una compañía jaliciense que suele producirlos en todos los aromas imaginables) nos hizo el favor de compartirnos una receta del sitio web de la Procuraduría Federal del Consumidor en México. ¡Gracias! :>
A continuación, les paso la versión para perezosos de esa misma receta (con algunas modificaciones, también para perezosos). Mi hermana y el grupo de difusión científica Quark lo produjeron en masa para la Universidad Autónoma de Zacatecas, y según ella, cada quien puede modificar la receta a su gusto, siempre y cuando se sigan ciertos lineamientos. Por accidente, mi hermana vertió su gel en un frasco vacío de aromatizante oleico de ambiente, y mi mamá quedó fascinada con el resultado.
Ingredientes
- 2 cucharaditas de carbopol en polvo (del carbopol depende qué tan espeso quede nuestro gel; el de esta receta es muy ligero. Si lo prefieren más espeso, agreguen media cucharadita más).
- 7.5 ml. de trietanolamina (un líquido aceitoso que reaccionará con el carbopol. Uno y otro se consiguen en boticas o droguerías, y probablemente tendrán que comprar una cantidad fija, mayor que ésta. No importa, la usaremos después).
- Un frasco de alcohol de 500 ml.
- 1 cucharada y media de glicerina pura (que ayuda a fijar el alcohol, y sirve también para la piel. Esta cantidad dejará el gel un poco pringoso, pero suavizará las manos por horas. Si lo prefieren, déjenlo en una cucharada).
- Más alcohol si es necesario.
Herramientas
- Licuadora
- Cucharita cafetera
- Cucharitas y taza de medir
- Recipiente pequeño
- Frasco vacío transparente, con capacidad de mínimo 300 ml.
- Jeringa desechable para medir
- Coladera de malla
- Embudo
Procedimiento
1. Cernir (es decir, pasar el polvo por la coladera de malla) al menos dos veces el carbopol sobre el recipiente pequeño, de manera que quede muy, muy fino. Si fuera necesario, utilizar la cucharita cafetera para deshacer los grumos.
2. Poner el alcohol en la licuadora, y agitar en la velocidad más baja. Echar muy poco a poco el carbopol, y seguir agitando. El alcohol comenzará a enturbiarse. Cuando todo el carbopol esté adentro, agitar medio minuto más, o hasta que la sustancia esté bien disuelta. Hay que tener cuidado de no quede ningún grumo.
3. Agregar la glicerina, y agitar un poco más. El líquido ahora se verá lechoso.
4. Con la ayuda del embudo, verter la mitad de la mezcla en el recipiente donde originalmente estaba el alcohol, y la otra mitad en el frasco vacío.
5. Medir con la jeringa 3.5 mililitros de trietanolamina. Agregar a uno de los dos frascos algunas gotitas, cerrarlo muy bien y sacudirlo de arriba hacia abajo, como si se tratara de una maraca. El gel comenzará a formarse justo ante nuestros ojos. Continuar añadiendo la trietanolamina, muy poco a poco. Si en algún momento el gel alcanza la consistencia adecuada, dejar de ponerla (el alcohol se va evaporando según trabajamos con él, y el esceso de trietanolamina echa a perder el resultado). Repetir el procedimiento con el otro frasco.
6. Si el gel queda demasiado espeso, agregar un poco más de alcohol.
Listo, con esto tenemos aproximadamente medio litro de alcohol en gel. Conviene almacenarlo bien tapado y en la oscuridad, y llenar con él algún frasquito pequeño que podamos llevar a todas partes. Lo más importante es no dejar de usarlo.
4 comentarios:
wiiiiiiiiiiiiiiiih soy la primera en comentar !!!!! Yo pensé que la receta sería más difícil...jajajaja. Si quiero agregar algun tipo de aroma ¿en qué momento debería hacerlo? experientaré este fin de semana con el gelecillo jajaja.
¡Gracias!
Yo ya tenía la receta de la PROFECO, pero ahí no son tan específicos, hehehe, es bueno siempre tener tips extras, gracias.
wow! sosprendida por la facilité de la receta... sin duda de las mejores opciones para mantener limpitas nuestras manitas... gracias colega!
Vaya que bien, aunque debo aceptar es como la cuarta vez que se de la receta, sin embargo me agrado que esta muy bien detallada. Otra cosa es que simpre y sencillamente tu imagen me parecio muy buena, una serie muy buena en un contexto muy bien utilizado. Honestamente, la tome xP..
Que este muy bien, nos vemos luego, arriverderla!
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