Como ya les platicaba, hace un tiempo me fui detrás de mi Capitán a una red social, Facebook para ser exactos; comencé mal, continué bien, y ahorita tengo ese espacio muy abandonado (más que esta casa de ustedes, y eso es decir bastante). Más tarde, seguí a mi amigo P.S. a otra de esas redes, formspring.me. Con ésta me sentí mucho mejor; la parte mía que es maestra disfruta responder preguntas, incluso las más extravagantes. Finalmente, hace algunas semanas, cuando me encontraba sola, convaleciente de una infección intestinal inconvenientísima y alejada por varios cientos de kilómetros de mi Capitán (ajap, a veces pasamos separados las vacaciones y eso sirve para darnos cuenta de que, incluso después de casi veinte años, nos seguimos extrañando), decidí activar una cuenta en Twitter, donde él, ya sé, se la pasa cuando no tiene nada que hacer, o cuando ha hecho algo interesante; ambas situaciones le ocurren con más frecuencia que a mí.
No, no me lo encontré ahí esa misma noche. ¿Y después? Ay, Dios. Y yo que creía que Facebook era una una pesadilla.
Con todo y los nervios infundados que me sigue causando, en Facebook he podido encontrar a mucha gente querida a la que por angas o mangas le había perdido el contacto; me ha servido también para comunicaciones rápidas y recados. He dejado de frecuentarlo porque me ponía nerviosa ver la cantidad de mensajes que podían generarse en veinticuatro horas o menos y no poder responder a todos; decirle a mis amigos que comparto sus felicidades y tristezas, que quiero ayudar cuando se pueda, pero que ni de loca me atrevería a pedir ayuda por el medio... y que detesto leer conversaciones ajenas. Mi formspring.me no se satura tanto, hasta eso; se va relativamente tranquilo, y los asuntos personales permanecen fuera.
Pero ni bien lancé mi primer twitteo (preguntándome qué rayos estaba haciendo ahí), me di cuenta de algo espantoso: las manos se me congelaban en el teclado. Con frecuencia durante el día se me venían a la cabeza ocurrencias ingeniosas o interesantes; el sólo hecho de poderlas compartir me bloqueaba, y de una manera tan fría y poderosa que jamás experimenté en los tiempos antes de que se inventara el internet. ¿Pero qué voy a poner en tres líneas?, me dije. ¿Eso de qué le sirve o le interesa a los demás? Podría funcionar como desahogo, para variar, pensé. Y después: no; la regla de oro es que jamás hay que poner en Twitter algo de lo que no quiera uno que se entere su jefe, su familia o sus amigos. Bueno, entonces, ¿de qué carambas voy a twittear? No soy periodista, no tengo una vida interesante. ¿Me conformaré con comentar a los demás? ¿Con espiar al capitán, porque de eso se trataba, y ver sus desquiciados pero chistosísimos fotomontajes? Nada. Nada.
El Facebook me superó; el Twitter me hace sentir idiota porque me quedo callada cuando todo el mundo alrededor dice cosas inteligentes. Unas noches atrás le comenté al Capitán:
- ¿Qué hace uno si descubre que las redes sociales lo hacen infeliz?
El Capitán, que es muy dado a las soluciones rápidas y radicales, inmediatamente me sugirió que clausurara mi Facebook, que le diera cortón al Twitter y hasta que me deshiciera del formspring.me; todo esa misma noche. Yo esperaba que discutiéramos un poco el asunto o algo así (¿cerrar el Facebook? ¿Y perderle la pista a todas las personas que me ha dado gusto reencontrar?); en vano. Así que por lo pronto seguimos igual; un espacio en Facebook que no utilizo sino para urgencias, y uno en Twitter en el que las más de las veces permanezco callada; a lo mucho, transmito sentimientos y noticias en forma de clave con letras de canciones o algo así. Ya tendré un empleo y una vida más interesante que haga que los mensajes breves y momentáneos valgan la pena. Por ahora, sigo prefiriendo el blogger.
No, no me lo encontré ahí esa misma noche. ¿Y después? Ay, Dios. Y yo que creía que Facebook era una una pesadilla.
Con todo y los nervios infundados que me sigue causando, en Facebook he podido encontrar a mucha gente querida a la que por angas o mangas le había perdido el contacto; me ha servido también para comunicaciones rápidas y recados. He dejado de frecuentarlo porque me ponía nerviosa ver la cantidad de mensajes que podían generarse en veinticuatro horas o menos y no poder responder a todos; decirle a mis amigos que comparto sus felicidades y tristezas, que quiero ayudar cuando se pueda, pero que ni de loca me atrevería a pedir ayuda por el medio... y que detesto leer conversaciones ajenas. Mi formspring.me no se satura tanto, hasta eso; se va relativamente tranquilo, y los asuntos personales permanecen fuera.
Pero ni bien lancé mi primer twitteo (preguntándome qué rayos estaba haciendo ahí), me di cuenta de algo espantoso: las manos se me congelaban en el teclado. Con frecuencia durante el día se me venían a la cabeza ocurrencias ingeniosas o interesantes; el sólo hecho de poderlas compartir me bloqueaba, y de una manera tan fría y poderosa que jamás experimenté en los tiempos antes de que se inventara el internet. ¿Pero qué voy a poner en tres líneas?, me dije. ¿Eso de qué le sirve o le interesa a los demás? Podría funcionar como desahogo, para variar, pensé. Y después: no; la regla de oro es que jamás hay que poner en Twitter algo de lo que no quiera uno que se entere su jefe, su familia o sus amigos. Bueno, entonces, ¿de qué carambas voy a twittear? No soy periodista, no tengo una vida interesante. ¿Me conformaré con comentar a los demás? ¿Con espiar al capitán, porque de eso se trataba, y ver sus desquiciados pero chistosísimos fotomontajes? Nada. Nada.
El Facebook me superó; el Twitter me hace sentir idiota porque me quedo callada cuando todo el mundo alrededor dice cosas inteligentes. Unas noches atrás le comenté al Capitán:
- ¿Qué hace uno si descubre que las redes sociales lo hacen infeliz?
El Capitán, que es muy dado a las soluciones rápidas y radicales, inmediatamente me sugirió que clausurara mi Facebook, que le diera cortón al Twitter y hasta que me deshiciera del formspring.me; todo esa misma noche. Yo esperaba que discutiéramos un poco el asunto o algo así (¿cerrar el Facebook? ¿Y perderle la pista a todas las personas que me ha dado gusto reencontrar?); en vano. Así que por lo pronto seguimos igual; un espacio en Facebook que no utilizo sino para urgencias, y uno en Twitter en el que las más de las veces permanezco callada; a lo mucho, transmito sentimientos y noticias en forma de clave con letras de canciones o algo así. Ya tendré un empleo y una vida más interesante que haga que los mensajes breves y momentáneos valgan la pena. Por ahora, sigo prefiriendo el blogger.
14 comentarios:
Aisling, estoy de acuerdo con el Capitán: si no te convencen, mándalos a volar. No he abierto ni abriré una cuenta de tweeter porque sé que yo, como tú, no le encontraría ninguna utilidad en mi vida. Y si tengo facebook, cosa extraña porque de hecho detesto casi todo de esta red social, es porque, igual que tú, me permite contactar gente a la que de otro modo ya le habría perdido la pista, además de que es el único modo que tengo de conseguir las fotos de fiestas y reuniones a las que voy. Pero nada más. ¿Que si la granja feliz virtual? ¿Que si juguemos a escribir muchas palabras en poco tiempo? ¿Que si las frases de mafalda o la barbie condechi o serrat o chuchita o manolito? Basura, pura basura que le quita el tiempo a la gente miserablemente.
Así que no creas, hay gente como tú por acá, gente que te entiende, gente para quien las redes sociales hacen más mal que bien. Yo estoy contigo, Ais. Soy de los tuyos.
Un beso ^^
Emm... hola!
Mira, yo, como te habrás dado cuenta, tengo muchas redes sociales, sin embargo, lo hice por que quería darme a conocer en el mundo, quería encontrar una manera de que la gente supiese que existo y que creo, vale la pena conocerme, sin embargo, yo estaba en contra de las redes sociales antes de usarlas.
A mi si me causan adicción, una de las causas principales por las cuales, las detestaba, pero yo no necesito vivir en ellas, simplemente son un entretenimiento de cinco minutos.
Como sea, el señor Capitán tiene mucha razón, si no te convencen, al demonio.
Cuídate mucho, sabes que te aprecio :)
Nos vemos, bye!
Toda la razón a G., por otro lado si el volumen de datos te abruma, cambia las preferencias... yo de por si recibo una cantidad ingente de email, pero se puede seguir de manera menos maniática esto de las redes sociales, el problema principal creo es el sentirse obligado a participar, yo de vez en vez hasta emoticones pongo o alguna cosa que quiero recordar lo sigo pensando como los sms pero en modo público.
:D
Me decepciona.
Yo no tengo vida interesante.
No soy periodista.
Diga cada estupidez.
Me peleo fácil con la gente en el twitter.
En mi propia experiencia, yo que soy tan disperso y tan dificil de concentrar, me encuentro un poco más cómodo en twitter... a veces 140 caracteres no bastan, pero entonces tengo el blogger.
Y si, también tengo facebook, pero ese no me gusta. Lo uso porque todo mundo lo usa, pero lo uso poco.
En cuanto a tu situación, pues que te puedo decir... ciertamente es bueno tener claro que NO escribir, pero fuera de esos margenes ya depende del sentir de cada uno... y si no te sientes cómoda, pues no los uses... finalmente no es obligatorio... Y de cualquier forma en 2 o 3 años saldrá otra tendencia y todo mundo se apuntará. Tal vez la próxima si te acomode ;)
No estás sola, Ais.
No me gustan / no uso Facebook ni twitter. A ambos les di una oportunidad en su momento, pero fui cuidadoso de no intoducir datos verdaderos.
Sus políticas de privacidad son un asco, y una vez que has introducido información a la red, no desaparece (siempre la tiene alguien).
Por eso soy (y por lo que veo, tu también) muy precavido subiendo fotos y otra info sensible.
Que estes bien (y que tengas muchas actualizaciones más! te extrañamos).
-Arc
Uno más al que no le interesan la redes sociales.
¿Facebook? No tengo, mi forma de pensar es bastante radical, no me interesa estar al tanto de gente que conocí pero dejé atrás; los importantes, los meros buenos, ahí están, nunca se han ido. Quizá algún día se vayan, entonces pasarán a ser como los otros.
Tengo un blog porque a veces veces necesito escribir algo, pero es precisamente el anonimato lo que me llama de él; escribo en algunos foros, pero es el sentimiento de comunidad y colaboración lo que me llama a ellos; fuera de eso prefiero pasar desapercibido del mundo.
Saludos Aisling.
...a lo mucho, transmito sentimientos y noticias en forma de clave con letras de canciones o algo así. Ya tendré un empleo y una vida más interesante que haga que los mensajes breves y momentáneos valgan la pena...
Bueno, me parece que este último párrafo deja muy claro que si sabes para que son las cosas. Recuerda que lo bueno de esto es que no tienes que escribir nada si no quieres. Y no tienes forzosamente que escribir cosas coherentes o interesantes siempre. Eso solo lleva a frustraciones de escritor :P
En lo personal uso Facebook solo para hacer pruebas con las API's de desarrollo y he descubierto que Twitter es una buena forma de aprender cosas y de mantenerte en contacto con gente de tu área. Mi timeline de twitter es común mente poblada por una serie de tweets de gente de Google, Apple, 280North y en 140 caracteres a veces logran decir algo que me despierta la curiosidad, una búsqueda rápida en Google y BOOM!.
¡Animo L! Verás que esto de las redes sociales no es tan complicado como parece.
Hablando de privacidad....
http://i.imgur.com/3vV1F.jpg
Gracias a todos por comentar. :>
Pei: El facebook fue lindo al principio; a mí me gustaría que fuera menos face y más book. Me empezó a sentar mal cuando la página de inicio se saturó de datos que por falta de tiempo no podía digerir. Los jueguitos jamás los he tocado; ni loca. Si quiero más tiempo para jugar en mis consolas, ¿qué voy a andar haciendo en ello? Por lo pronto, conservo todas las redes, pero intento no preocuparme.
Dark: Algo bueno de las redes es encontrar gente como tú en casi todos lados. :> La diferencia es que a mí me da un poco de nervios eso de que la gente me conozca, o sepa que existo. Me encanta el anonimato, pero ya sé que uno no puede estar escondido toda la vida, en especial si busca un lugar en asuntos editoriales y así. Por ahorita, creo estar a salvo de la adicción. Un saludo también, y aprecio recíproco.
Vic: ¡Cierto, cierto! Uno de mis problemas con facebook es eso de sentirme obligada a participar en conversaciones que de lejos se nota que no me incumben (ni al resto de la humanidad; ¿por qué hacerlas públicas entonces?) Le tengo un poco de envidia a la forma en la que G. maneja su facebook; nada personal, siempre el ingenio por delante. Pero hasta ahí.
Pere: Tú y el Capitán entran al twitter buscando pleitos, ya sé. Y a lo mejor uno acaba conociendo gente interesante. Pero no hay que dar por sentado que uno lo sea.
Fëaluin: Tú siempre necesitaste menos palabras que yo, je, je, je... Vamos a ver qué sucede con esa cosa. Por lo pronto, ando dejando atrás las culpas.
Arc: ¡Voy a intentar actualizar como antes! Algo que me molestó muchísimo del maldito face es que tuve que poner mi nombre verdadero, porque de otra manera no me podrían encontrar mis alumnos, en especial los que viven en otros países. Y, aunque jamás he subido una foto mía (ni siquiera la de mi perfil), ¿de qué sirvió, si toda la gente con la que coincido en reuniones y semejantes lo acaba haciendo? Cuídate; seguimos al pie del cañón.
Iz: Somos del mismo pensamiento, entonces. Pero una desventaja de ser maestro es que difícilmente te topas con gente a la que quieras dejar atrás. Si esto del facebook me hubiera tocado en tiempos de la secundaria o prepa, hubiera sido divertidísimo entrar a mi perfil... con menos de una docena de amigos y montones y montones de bloqueos. A menos que la tendencia me hubiera cambiado. Saludos también.
Alos: Terrorífico el cartón que pusiste al final. Tienes toda la razón: siempre que me fuerzo a escribir, es cuando no salen las cosas. Nomás por hacer caso de tu sugerencia, se me ocurrió teclear en twitter algún temita de los que me interesan... y, en efecto, di con algo. Así que voy a seguir por primera vez a un desconocido, a ver qué sale.
Llego tarde a la discusión je je. Te puedo decir, que de todas las redes que tengo, el twitter ha sido la mejor opción que he encontrado para estar informada de noticias del mundo y sobre todo de mi área de conocimiento. Además de conocer gente inteligente, sensible, divertida y creativa.
Yo creo que le encontrarás el gusto y que te veré con más acción en mi TL. Bxitos y gracia por intertuitear conmigo! ;)
Aisling!!! :3
Cuanto mensaje!!! xD
Pues yo el Tweet no lo tengo.
El FB sí, ya más que nada entré por curiosidad (toda la gente invitándome y ni modo de dejar que me enviaran eso).
Al principio así por curiosidad sí que pasas más rato. Pero vamos, cada vez entro mucho menos.
Lo que más uso, los jueguitos, y tengo el 99% abandonado, jaja. Ese 1% de juegos es alguno que juego "x" día. Normalmente cuando no tengo nada que hacer, o distraerme un poco. (aunque no hay nada como un rpg Suikoden xD)
Al principio miraba las noticias/mensajes que la gente dejaba y yo podía ver por tenerlos como amigos. Pero llega un momento que aburre y/o ni me interesa lo que dicen o ponen.
Por lo que ahora, a menos que a simple vista algo me llame la atención, paso de mirar nada.
Sí que estoy para responder mensajes de amigos, suelen ser pocos, jaja.
Por lo general hay veces que no digo nada y otras quizás sí, si estoy más animada.
Por otro lado, no pongo fotos mías, pero sí fotos que he hecho yo de flores, paisajes, incluso de mis firmas. ^^
Otras veces lo uso para publicar de algo nuevo que haya puesto en algún Blog mío.
A ti, querida Aisling, no voy a decirte que lo borres rotundamente, aunque sea lo mejor porque te despegas de algo que no te hace sentir especialmente bien.
Si quieres seguir en contacto con muchos que tienes ahora en esas redes, no lo borres. Aunque si prefieres podrías pedirles el correo, que prefieres mejor eso que dichas redes. Aunque si prefieres dejarlas por emergencia, que asi sea. ^^
Creo que todo tiene solución :3
Es importante saber qué quieres y ser feliz; de nada sirve comerse el tarro (la cabeza).
sí que habrá gente que se lo pase bien con esas redes y estén a gusto; pero cada uno tiene su camino. :3
Ah!! y yo no conozco tu vida diaria, pero pienso que si eres capaz de aportarnos tantas cosas interesantes, para nada tu vida es aburrida. La veo desde aquí, llena de conocimientos por lo que por tu vida pasan muchas cosas. :3 (otra cosa es que quieras o no poner frases en esas redes, jaja. En ese sentido te apoyo. Yo pongo alguna cosa que otra cuando se me pasa, y no es nada importante).
Cuidate mucho!! =D
Besos y abrazos!!!!
Bah, es que Twitter es perfecto para los trolls... y para los que sufrimos de TDA o algo parecido.
Personalmente me pasa con mi blog lo que a ti en Twitter. Twitter me ofrece la flexibilidad de escribir algo corto sin necesidad de explicar más.
Y creo que El Capi tiene razón, si te sientes incómoda con algo no lo sigas haciendo. ¡No es obligación! :P
Aunque... creo que parte del problema es que veas a todas las redes sociales como una cosa. Desde mi punto de vista pueden tener funciones en tu vida en línea muy diferentes dependiendo de sus propios métodos y de cómo los utilices. En mi caso, FB sirve para mantener contacto y compartir fotos personales con amigos más o menos cercanos; mientras que en Twitter escribo cualquier idiotez y mantengo conversaciones (en su mayoría) con extraños. Es parte de la separación de el personaje Salsa y la persona A.
Y no te creas, cualquier tontería es popular en Twitter. Citando a mi hermano: "¿y toda esa gente lee las idioteces que escribes? >:O"
Hay de todo en la web y las redes sociales pueden abrumar a cualquiera. Yo estuve un buen tiempo renuente a probar el twitter, mientras que facebook me surgió como alternativa al hi5 que ya me parece nefasto. Como tú comentas he encontrado a varios entrañables amigos gracias al FB y de hecho me inspiró para escribir un post en mi blog el cual me dicen que les ha parecido muy conmovedor (mis amigos... ¡que pena!).
Para "tuiter" te puedo decir que ni lo entendía. Se me hacían muy pocos 140 caracteres para poner un minipost y en su momento los llamé "telegramas posteables". Pero un día probé y fue un proceso lento. Después de un mes y con todavía pocos seguidores le agarré gusto a escribir banalidades propias y a leer las ajenas. Las noticias muchas veces si son muy interesantes.
Recuerdo que una amiga me cuestionaba el hecho de usar twitter pues ella no era periodista ni nadie importante y también fue pedrada para mí. Yo le discutí el hecho de considerar a twitter como una herramienta para el periodismo pues sin importar cual era su objetivo original (de el creador de la herramienta) la verdad es que al dia de hoy la gente comparte su vida, sus ocurrencias, chistes, vivencias, quejas, perversiones, alegrías y claro, noticias que ocurren a su alrededor. Le hice ver que el twitter es lo que la que la gente quiera que sea y no necesariamente cumple una labor periodística. En resumen, puede ser un pasatiempo divertido. Puede que pase de moda en unos años como dice un comentario y que llegue algo nuevo que todos seguiremos u odiaremos.
Si me das a escoger, me quedo con mi blog pero para algo más "instantáneo" me quedo con Twitter.
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